Acerca de Martin Sellner

Con su camiseta, sus vaqueros ajustados y un corte de pelo muy estiloso, Martin Sellner es el chico de moda en Europa. Es el líder de un grupo político que ha acaparado gran atención en Austria y sobre el que se dice aboga por el racismo y la violencia. Él lo niega, pero no convence a todo el mundo.
En abril de 2016, cientos de personas estaban sentadas en el teatro de la Universidad de Viena para ver The Suppliants (Los suplicantes), una obra interpretada por solicitantes de asilo de Siria, Irak y Afganistán, cuando un grupo de gente invadió el escenario.
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Eran miembros de un grupo de extrema derecha llamado Generación Identidad(GI) que se apresuraron a desplegar una pancarta que llamabahipócritas a los miembros de la audiencia y arrojaba sangre falsa sobre los presentes, algunos de los cuales gritaron "Nazis raus" (fuera nazis) y trataron de desalojarlos.
Ima era una de las artistas que se encontraba representando ese día. Huyó de Mosul, en Irak, cuando la ciudad era el bastión del llamado grupo Estado Islámico.
"Venimos de la tierra del miedo", dice ella. Y agrega que ahora que vuelve a estar asustada.
"Pensábamos que nos iban a matar. En mi tierra natal hay tantas muertes que eso es lo que creíamos que pasaría".

Sellner, quien lidera a GI en Austria, minimiza el incidente. "En realidad, no creo que la gente se haya traumatizado por eso", dice. "No conozco a nadie que haya sufrido un trauma severo o haya quedado con secuelas".
Difusión del odio
Este joven, con su llamativo corte de pelo, sus jeans ajustados y sus lentes de montura gruesa da la impresión de típico hombre de 29 años muy atento a la moda.
Al igual que muchos otros de su generación, se le puede encontrar fácilmente con la atención puesta en la pantalla de su celular. Pero en su caso suele ser para difundir ideas sobre los males del multiculturalismo y sobre cómo los musulmanes quieren tomar el control de Europa.

En los videos que sube a Youtube, se le puede ver frecuentemente acompañado por su prometida, Brittany Pettibone, una vlogger de alt-right estadounidense y patrocinadora de teorías de la conspiración.
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Sus publicaciones sobre el llamado "genocidio blanco" y la supuesta existencia de un grupo de pedófilos conectado con Hillary Clinton llevaron a la Liga Anti-Difamación de Reino Unido a colocarla en su lista negra.
A principios de este año, se prohibió a Sellner y a Pettibone entrar en territorio británico. El ministerio del Interior dijo que cuando "el propósito de la visita de alguien a este país es difundir odio, el ministerio puede detenerlos y lo hará".
Un líder para Europa
Pero Sellner no es solo el líder de GI en Austria. También es el representante de un movimiento en toda Europa que se opone ferozmente a los inmigrantes musulmanes, afirmando que amenazan la identidad europea y que buscan reemplazar a las poblaciones autóctonas.
Se lo conoce como el movimiento "identitario" y comenzó en Francia en 2012. Desde entonces se ha expandido a 9 países, incluidos Alemania, Italia y recientemente al Reino Unido. No tiene muchos miembros, pero recibe publicidad a través de actos llamativos y polémicos.

Acciones polémicas
En el verano de 2017, GI recaudó más de US$198.000 a través del crowdfunding para fletar un barco en el Mediterráneo que atacase a las embarcaciones de las organizaciones no gubernamentales que patrullan el mar para rescatar a los migrantes en peligro.
GI dijo que arrestaría a los inmigrantes ilegales y hundiría sus barcos y su campaña recibió el respaldo de un sitio web neonazi, el ex líder del Ku Klux Klan David Duke y un líder de la supremacía blanca estadounidense.
Pero no todo salió bien. El barco de GI fue confiscado y el capitán arrestado, acusado de tener refugiados ilegales de Sri Lanka a bordo y documentos falsos. Todos fueron puestos en libertad más tarde.
Unos meses más tarde, GI pagó un helicóptero color rojo para aterrizar en la nieve blanca y nítida de los Alpes franceses.
Flanqueado por 100 activistas de extrema derecha de toda Europa, colocó un enorme cartel en el que se decía a los inmigrantes que se fueran a casa.
La hazaña le supuso un coste de más de US$60.000.
También las acciones que el grupo ha llevado a cabo en territorio austriaco han despertado el descontento de las autoridades de aquel país.

Las autoridades austriacas piensan que acciones como la protesta en el teatro de la Universidad de Viena y el tipo de discurso que acompaña al grupo Generación Identidad equivalen a la incitación al odio contra musulmanes, extranjeros y refugiados.
Por eso han dado el paso sin precedentes de acusar a GI de ser un grupo criminal, en lugar de la organización no gubernamental que dice ser.
Un fiscal austríaco compiló pruebas de acciones que GI ha llevado a cabo en los últimos dos años.
Algunas incluían una conferencia en la Universidad de Klagenfurt, en un pequeño campus ubicado en medio de las montañas escarpadas y lagos fríos de Carintia, en el sur del país. Los miembros de GI interrumpieron una charla sobre refugiados e integración, desplegando una pancarta mientras un hombre con un megáfono gritaba a una audiencia impactada.
Enis Husic, una estudiante de Bosnia, los desafió ese día.
"Fue muy tenso y agresivo", dice. "En ese momento no tenía miedo, pero me asusté cuando todo terminó".
El nuevo rector del centro, el profesor Oliver Vitouch, se encontraba mirando por la ventana de su despacho cuando vio a los manifestantes y se apresuró a enfrentarse a ellos también.
Fue golpeado por uno de ellos mientras trataban de escapar. "Aunque ellos suelen decir que no son violentos sino pacíficos, para mí queda bastante claro que hay una disposición a la violencia", asegura.
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